1 Samuel 7

Los israelitas se convierten al Señor

1
1. El Arca no vuelve a Silo, su sitio anterior. De Silo no se habla más, probablemente por haber sido destruida por los filisteos. Kiryatyearim se prestaba mejor que Betsemes para morada del Arca, porque estaba en el interior del país, a 12 kilómetros de Jerusalén. En el collado: la Vulgata dice: En Gabaá. Gabaá significa collado. De allí David trasladará el Arca a Jerusalén (II Reyes 6; I Paralipómenos 13, 6).
Vinieron, los hombres de Kiryatyearim, y se llevaron el Arca de Yahvé. La introdujeron en la casa de Abinadab, situada en el collado, y consagraron a Eleazar, su hijo, para que guardase el Arca de Yahvé.
2
2. Veinte años: tiempo de la opresión filistea. La casa de Israel suspiraba en pos de Yahvé. Vulgata: tuvo paz la casa de Israel, siguiendo al Señor.
Había pasado mucho tiempo —eran ya veinte años— desde el día en que se estableció el Arca en Kiryatyearim. Entretanto, toda la casa de Israel suspiraba en pos de Yahvé.
3Entonces habló Samuel a toda la casa de Israel, diciendo: “Si de todo vuestro corazón os convertís a Yahvé, quitad de en medio de vosotros los dioses ajenos, y también las Astartés, y dirigid vuestros corazones hacia Yahvé para servirle a Él solo; y Él os librará de la mano de los filisteos.” 4
4. Baales y Astartés: Véase Jueces 2, 13 y nota.
Y los hijos de Israel arrojaron los Baales y las Astartés, y sirvieron solo a Yahvé.

5Después dijo Samuel: “Congregad a todo Israel en Masfá y haré oración por vosotros a Yahvé.” 6
6. Sacando agua la derramaron: En la Ley de Moisés no se encuentra rito semejante. Sin embargo, para Samuel y el pueblo esta ceremonia tenía carácter religioso; por eso le agregaban el ayuno y holocausto. Era figura del agua bautismal que lava los pecados por los méritos de la Redención de Cristo. Masfá: ciudad de la tribu de Benjamín, a pocos kilómetros al norte de Jerusalén, hoy día, según unos, Tell en-Nasbe; según otros, Nebí Samwill (que quiere decir Profeta Samuel).
Se congregaron, pues, en Masfá, y sacando agua la derramaron ante Yahvé; y ayunaron aquel día, y decían allí: “Hemos pecado contra Yahvé.” Y Samuel era juez de los hijos de Israel en Masfá.

Derrota de los filisteos

7Cuando los filisteos oyeron que los hijos de Israel se habían congregado en Masfá, subieron los príncipes de los filisteos contra Israel. Lo supieron los hijos de Israel y tuvieron miedo de los filisteos. 8Por lo cual dijeron a Samuel: “No ceses de clamar por nosotros a Yahvé, nuestro Dios, para que nos salve de la mano de los filisteos.” 9Tomó, pues, Samuel un corderito que aún mamaba y lo ofreció entero en holocausto a Yahvé; y clamó Samuel a Yahvé por Israel, y Yahvé le escuchó. 10
10. Una vez más repite el Señor los portentosos milagros que hizo en tiempos de Josué (Josué 10, 11). Cf. Eclesiástico 46, 19. Nótese que Dios salvó a su pueblo mientras Samuel estaba ofreciendo el “corderito que aun mamaba” (versículo 9), figura típica de Jesucristo.
Mientras Samuel estaba ofreciendo el holocausto, se acercaron los filisteos para dar batalla a Israel; más Yahvé tronó aquel día con estruendo espantoso contra los filisteos y los aterró de tal suerte que fueron derrotados delante de Israel.
11Los israelitas saliendo de Masfá, persiguieron a los filisteos y los derrotaron hasta más debajo de Betcar. 12Después tomó Samuel una piedra y la colocó entre Masfá y Sen; y le dio el nombre de Ebenéser, diciendo: “Hasta aquí nos ha socorrido Yahvé.”

13Así humillados los filisteos, no volvieron más a invadir el territorio de Israel; y la mano de Yahvé se hizo sentir sobre los filisteos todos los días de Samuel. 14
14. Los amorreos: los habitantes del país, los cananeos, incluso los filisteos.
Y volvieron a Israel las ciudades que los filisteos le habían quitado, desde Acarón hasta Gat. También los territorios de esas ciudades libró Israel del poder de los filisteos. Y hubo paz entre Israel y los amorreos.

Samuel, juez de Israel

15
15. Samuel no solo era Juez y caudillo de Israel sino que ejercía al mismo tiempo las funciones del Sumo Sacerdote, de manera que reunió prácticamente los dos poderes en una mano. Este es uno de los muchos pasajes donde se ve que en lenguaje bíblico juzgar significa gobernar y reinar (2, 10 y nota). Cf. Eclesiástico 46, 16-17.
Samuel juzgó a los hijos de Israel todos los días de su vida.
16
16. “Aquí se da la idea de un excelente pastor del pueblo, que va visitando el país, y ofreciéndose a todos, para que sin gastos ni viajes pudiesen terminar sus disputas y pleitos. Aunque Samuel fue ofrecido por su madre al servicio del Tabernáculo, aquí se ve cómo el voto particular debe ceder siempre al bien público y a la voluntad de Dios” (Páramo). Gálgala, situada al Sudeste de Jericó, primer campamento de los israelitas en tiempo de Josué (Josué 4, 19 s.; 9, 6; 10, 6). Más tarde lugar de culto idolátrico (Oseas 4, 15; 9, 15; 12, 11; Amós 4, 4; 5, 5).
Año tras año se ponía en marcha y daba la vuelta por Betel, Gálgala y Masfá, juzgando a Israel en todos esos lugares.
17
17. Ramá, llamada Ramataim-Sofim en 1, 1. Cf. 8, 4; 15, 34; 16, 13; etc.
Se volvía después a Ramá, porque allí tenía su casa; también allí juzgaba a Israel, y allí edificó un altar a Yahvé.
Copyright information for SpaPlatense